
Las montañas que rodeaban la zona me hacían dar más alegría de llegar a realizar mi práctica aunque algunos altibajos me daban temor pensando en un accidente.
Gracias a DIOS no me pasó nada y luego de varias idas y venidas de Neiva a la vereda, el miedo se fue a un lado
No hay comentarios:
Publicar un comentario